Las Olimpiadas políticas y el juego limpio

Estados Unidos fue el país que más medallas ganó en los Juegos Olímpicos de París de este año, seguido de China. Al final estuvo muy reñido, ya que el país con más medallas de oro fue considerado vencedor, y tanto Estados Unidos como China se quedaron en 40, con Estados Unidos ganando finalmente muchas más medallas de plata y bronce [1]. Si nos fijamos en la tabla, faltan dos países que suelen estar representados en las Olimpiadas, y que también se han situado regularmente en el medallero: Rusia y Bielorrusia [1, 5]. Fueron excluidos de los Juegos debido al ataque ruso a Ucrania, y a los atletas sólo se les permitió competir bajo bandera neutral si se sometían previamente a una prueba de actitud y se distanciaban del ataque [2]. La exclusión llega tan lejos que no sólo hay una nota bajo la tabla principal del medallero que indica que la tabla se creó sin los atletas rusos y bielorrusos del grupo AIN (Athléte Individuel Neutre), no, esta nota puede encontrarse incluso bajo la tabla de medallas ganadas por AIN [3], y la página ni siquiera es accesible en alemán [4]. Si nos fijamos en el medallero perpetuo, que incluye todas las medallas desde los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, la "Gran Rusia" estaría incluso en cabeza aquí si sumamos las medallas ganadas bajo bandera neutral junto con las de la CEI, los actuales Estados individuales y la (por desgracia, probablemente bien dopada) Unión Soviética. Como esto es aritméticamente confuso, Estados Unidos está actualmente en cabeza [5]. Su destacada posición es posible, entre otras cosas, por las circunstancias antes mencionadas.

¿Por qué es tan importante para Estados Unidos dar una buena imagen deportiva? ¿Se trata de ganar simpatías para obtener la aprobación de decisiones políticas cuestionables? Parece ocurrir algo similar con otras exportaciones culturales ajenas al deporte (Disney, Coca Cola, ... [14, 15, 16, 17]). ¿O hay otras razones, como una deseada desestabilización interna de Rusia?

Por desgracia, las cosas no siempre son justas en Estados Unidos como nación deportiva, al igual que en muchas otras. Se ha acusado a atletas estadounidenses de comportamiento desleal contra atletas chinos [6]. Actualmente, también hay acusaciones de dopaje contra atletas estadounidenses. Los atletas se doparon durante años con el conocimiento de la agencia antidopaje estadounidense USADA, supuestamente para entrar en contacto con otros infractores del dopaje; los "informadores" del dopaje en cuestión nunca fueron suspendidos o vetados y se les permitió conservar todos sus títulos, aunque esto disgustara a la Asociación Mundial Antidopaje (AMA) [7]. Los propios EE.UU. lanzaron repetidas acusaciones contra atletas de otras naciones, más recientemente contra China, y la AMA se vio sometida a presiones masivas por parte de los EE.UU. para que tomara medidas contra atletas chinos que en realidad estaban limpios [8, 9, 10, 11, 12, 20]. En este contexto, el gobierno alemán lamentablemente apoya el comportamiento antideportivo de los estadounidenses  contra los atletas chinos [13]. Fue un intento de minimizar las posibilidades de medalla de los atletas chinos de cara a los Juegos Olímpicos de 2024 en París? 

La AMA llevaba intentando acusar a los deportistas rusos de dopaje desde 2015, y Rusia había sido sancionada en este contexto. La AMA también introdujo nuevas normas en 2018, las ISCCS (Normas Internacionales para el Cumplimiento del Código por los Signatarios) [18]. El panel que examinó las acusaciones de dopaje contra Rusia ya estaba compuesto de acuerdo con estas nuevas normas, y los jueces procedían todos de países occidentales que a su vez se habían dopado a gran escala (véase la Fig. 1) [19]. Con las nuevas normas, ahora es posible declarar culpables a atletas sin muestras positivas, por ejemplo, basándose únicamente en pruebas, por ejemplo, de otros países. Estos casos "no analíticos" representan 72 de los 135 casos de Rusia a partir de 2020, pero sólo 4 de los de India y 13 de los de Estados Unidos, por ejemplo (véase la Tabla 1) [19]. Dependiendo del año, otros países "lideran" las tristes estadísticas; antes de los cambios en las normas de 2018, otros países estaban más "arriba" que después (véanse las Fig. 1, 2, 3 y 4). Sin embargo, los cinco infractores alemanes por dopaje de 2020 tenían todos muestras confirmadas por laboratorio [19].

Fig.1

Tabla 1: Casos confirmados por laboratorio y evaluados de otro modo, según datos de la AMA [19].

Fig. 2

Fig.3

Fig. 4

Rusia calificó las sanciones mencionadas de distorsión de la competencia (véase el punto 818 del informe correspondiente [21] y criticó la composición del panel (punto 128 del documento). La AMA acusó a Rusia de no facilitar los datos necesarios para esclarecer las acusaciones de dopaje; Rusia lo justificó con las investigaciones penales nacionales contra las personas implicadas; los datos se facilitaron, en consecuencia, una vez concluidas las investigaciones [21]. Según la AMA, los datos facilitados entonces eran incorrectos. Rusia acusó a su propio personal de manipular los datos y acusó a las personas implicadas de corrupción, afirmando que se había chantajeado a los atletas para que pagaran dinero o, de lo contrario, se manipularían las muestras. Los expertos rusos del laboratorio de Moscú afirman que los datos suministrados por Rusia no habían sido manipulados y dieron otras explicaciones a las críticas de la AMA, explicaciones que ésta se niega a aceptar. Rusia argumenta que los datos fueron retirados de la agencia antidopaje rusa RUSADA y luego dejaron de estar disponibles hasta febrero de 2020, es decir, poco antes de la fecha de la reunión del panel, lo que hace imposible que Rusia pueda defenderse. Los datos devueltos a RUSADA en 2020 estaban entonces incompletos, lo que hizo imposible verificar las afirmaciones de la AMA, según Rusia. Según Rusia, no se escuchó a testigos como los atletas.  Las manipulaciones de datos habrían tenido lugar cuando Rusia no tenía acceso a los datos o se refieren a datos a los que Rusia no tiene acceso de todos modos, ya que el laboratorio del que proceden estos datos está gestionado por la AMA, o se refieren a datos que un denunciante ha entregado a la AMA, pero de los que no está claro de dónde proceden (puntos 278 y siguientes). La forma en que la AMA analizó los datos es metodológicamente incorrecta, según un experto citado por Rusia. La versión del denunciante utiliza una plataforma MySQL diferente a la del laboratorio de Moscú, por lo que, según Rusia, los datos no podrían proceder del laboratorio de Moscú y, por tanto, podrían no ser auténticos, es decir, simplemente falsificados. Las acusaciones de manipulación sólo se hicieron sobre la base de la versión no autentificada del denunciante. Según Rusia, los datos supuestamente suprimidos por Rusia con fines de ocultación no se referían a casos de dopaje. Según Rusia, los datos sobre casos de dopaje eran generados automáticamente por el sistema y, por tanto, no podían manipularse. Según Rusia, la AMA habría tenido acceso a todos los datos pertinentes del laboratorio, pero el personal de la AMA no estaba suficientemente formado para asegurar y analizar los datos (punto 293) [21].

Es difícil saber quién miente, dónde y cómo. Tal vez Rusia quiera encubrir la manipulación por parte de agentes occidentales para no tener que admitir que su propio laboratorio fue infiltrado hasta la médula por agentes extranjeros. 

En cualquier caso, los que sufren aquí son los deportistas rusos y, por tanto, están descontentos con Occidente o con su propio Gobierno, ya que la población rusa es partidaria de un acercamiento a Occidente, como ha intentado hacer Putin en repetidas ocasiones, y ahora podría acusar a su presidente de haber fracasado. Por tanto, es posible que se esté intentando utilizar el ataque a Ucrania, que cuenta con la aprobación de parte de la población rusa, para hacer impopular a Putin. Además de la hegemonía cultural y el aumento de la simpatía, es probable que esto también juegue a favor de EE.UU., mientras que George Soros no oculta su deseo de un cambio de régimen en Rusia [22]. Los Estados fallidos que Estados Unidos está dejando tras de sí con este tipo de enfoque pueden verse en los ejemplos de Libia e Irak [23, 24, 25]. ¿No sería mejor el juego limpio?